Una despensa excepcional
Una despensa excepcional
Productos de una tierra fértil
La cocina catalana destaca por su extraordinaria variedad de productos autóctonos. Los cereales se transforman en panes tradicionales como el de xeixa, mientras las huertas producen tomates, pimientos y legumbres que son el alma de muchos platos. El mar también aporta pescado fresco y marisco, protagonistas en recetas como el arroz del Delta del Ebro y los suquets, mostrando la simbiosis entre tierra y mar.
La riqueza agrícola se mantiene viva gracias a los bancos de semillas y la recuperación de variedades antiguas, como la judía del ganchillo o los garbanzos dulces. Estos ingredientes, junto con setas de otoño y carne de caza, crean platos llenos de historia. El aceite de oliva de variedades como el argudell redondea muchos platos, reflejando la conexión profunda de Cataluña con su tierra.